Nuestros huéspedes pueden disfrutar de una sensación de tranquilidad y exclusividad en nuestro hotel relajándose en nuestro jardín interior, donde encontrarán un espacio para leer y desconectar después de un largo día o prepararse para un día extraordinario.
El jardín es un recuerdo de la antigua vida de la propiedad. Fu creado dentro del claustro y, a pesar de que ya no conserva los arcos, ha mantenido el ambiente íntimo y la tranquilidad aislada del convento original.
Amueblado con cómodos sofás, tumbonas y mesitas, ofrece un espacio de relajación adicional que se puede disfrutar durante el verano. Un retiro privado oculto, donde nuestros huéspedes pueden escapar de las hordas de turistas en un oasis con detalles perfectamente cuidados.
