Nuestro hotel está situado en el corazón del barrio, construido en 1930 en un convento reformado, ofrece un relajante santuario interior donde alejarse del bullicio de la ciudad. En nuestro barrio se encuentra la elegante iglesia gótica de ladrillo rojo de Sant’Elena, construida por monjes agustinos en el siglo XI y famosa por su imponente campanario. Tal vez sea la iglesia, o tal vez nuestro antiguo monasterio, pero este barrio desprende una calma casi espiritual.
Una sensación de tranquilidad que te envuelve nada más bajar del vaporetto (taxi acuático) en la parada de Sant’Elena, que conecta el barrio con el resto de la laguna veneciana. La estación se encuentra en el maravilloso y tranquilo parque delle Rimembranze. Los parques públicos grandes y frondosos son raros en Venecia, por lo que esta es una oportunidad única para relajarse bajo el sol con un buen libro, un amplio espacio para ti y, por qué no, una copa de Prosecco. Al fin y al cabo, todavía estás en Venecia.